Mansur Brown es la definición de un prodigio: un guitarrista, curador y artista multidisciplinario de formación clásica cuya música equilibra una precisión virtuosa con hábiles expresiones de emoción. Nacido en Brixton, todavía residente del sur de Londres, el enfoque compositivo distintivo de Mansur lo encuentra mezclando su intrincada guitarra de influencia flamenca con su propio trabajo de producción original, informado por el chasquido rítmico de Timbaland de principios de los años 2000, el swing de Afrobeats y el melancólico diseño sonoro de Burial. “A veces mi música tiene un aire de club, otras veces es más introspectiva”, explica. “Pero a través de todo esto hay sentimientos de felicidad, de gratitud. Quiero que se sienta rejuvenecedor”.
La guitarra sigue siendo el centro de la música de Mansur, pero de ninguna manera es el único componente. A caballo entre los roles de compositor, productor y multiinstrumentista, discos como Heiwa de 2021 lo encuentran recurriendo a los teclados, la flauta y el saxofón, e incluso cantando, cambiando el tono de su voz en honor a sus temas favoritos de R&B. Este espíritu de autosuficiencia está presente en todo lo que hace Mansur. Es por eso que decidió fundar su propio sello AMAI (“dulce” en japonés), una iniciativa empresarial a través de la cual planea lanzar música, películas, obras de arte e incluso tecnología y códigos. “En la industria de la música, a la gente realmente le gustan los géneros: les gusta definir cosas, ponerlas en cajas”, dice. “Poder iniciar un sello, en este clima donde todo está en una caja, me da la libertad de innovar y explorar conceptos. Para hacerlo a mi manera”.
NAQI Vol.1, una colección de hits de club que combinan la guitarra melódica de Brown con un conjunto de producciones ricas y llenas para la pista de baile, encuentra a Mansur explorando la influencia del innovador del hip-hop de la década de 2000, Timbaland, y artistas de Afrobeats como Burna Boy y Wizkid. “Me gusta que mi música tenga una sensación de club en su esencia, pero manteniendo ese sentido de musicalidad”, explica. “Tener esa sensación de movimiento, pero con melodías de guitarra, teclados y cuerdas por encima, siempre ha sido uno de mis sueños”.