Si hay algo que le fascina a Sessa es lo que él llama “el desorden” de la música: su naturaleza accidental y tortuosa, un camino en el que tanto músicos como público pueden alcanzar un propósito más elevado. En su último álbum “Estrela Acesa” (Estrella Ardiente), mira al cielo y reflexiona sobre el amor tanto sensual como espiritual, en la agonía de su resaca resultante.

Una alegría sensual recorre las doce canciones de “Estrela Acesa”. Es evidente en el propio título, pero también en el seductor vaivén y la silenciosa poesía de la música de Sessa. Todo está ahí, en los concisos dos minutos de “Gostar do Mundo” (Gustar el mundo), la canción que abre el disco. Un tema con un aire brasileño, con toques de Erasmos Carlos y João Donato, pero Sessa afirma que la mayor influencia en el ritmo fue el roots reggae de Johnny Clarke. Otro gran tema es “Cançao da Cura” (Canción de curación), una canción de ruptura en la tradición de Paulinho da Viola o Baden Powell, pero también trata de las propiedades catárticas que puede tener este tipo de música. Con su voz suave y tranquilizadora, Sessa canta que “tú eres música”, y nos recuerda a lo largo del álbum que las canciones pueden ser curativas, y sí, esos tambores pueden consumirte.

En “Estrela Acesa”, las impresionantes orquestaciones ofrecen un transporte suave y una trascendencia apacible. Destaca la matizada interacción entre Sessa y su trío principal, formado por el bajista Marcelo Cabral y el percusionista y coproductor Biel Basile. Pero también están los coros y la percusión añadida de Ciça Góes, Ina, Paloma Mecozzi y Lau Ra, que proporcionan elisión entre cada pasaje cuidadosamente elaborado, entrelazado con la elegante voz de Gabriel Milliet a la flauta. Todo ello se combina con la orquestación galáctica del arreglista bielorruso Alex Chumak y el neoyorquino

Simon Hanes, lo que hace que “Estrela Acesa” resulte minimalista y opulenta, y que las sobrias canciones florezcan gradualmente en un paisaje exuberante y fértil.

“Estrela Acesa” es un álbum de impulsos contradictorios en dulce equilibrio. A la vez íntimo y grandioso, Sessa encuentra motivos para celebrar la magia de la vida en medio de la aplastante realidad del presente. Nuestro corazón es frágil e indestructible. El dolor acompaña al placer celestial. Y hay una luz que encontrar en la oscuridad que nos consume.

“Estrela Acesa viene a recordar a la gente cómo la música fundamenta nuestra existencia de manera significativa, con su potencial para dar raíces a lo divino en un mundo moderno carente de peso simbólico”, dice Sessa. “Las conexiones con el cosmos, los dioses, la naturaleza… en muchas culturas eso significa una relación con la música. Creo que la vida puede ser satisfactoria y tener sentido, y la música es una de esas experiencias”- afirma Sessa.