El trompetista y productor japonés Takuya Kuroda es lo más parecido que tenemos a un Dizzy Gillespie de nuestro tiempo. La fusión de estilos y la elegancia son dos de sus divisas irrenunciables. El músico de Kobe parte del jazz, obviamente, pero su sedosa y distinguida fórmula siempre se ha caracterizado por ahormar soul, funk, afrobeat y algunas otras especias en un mismo discurso. Fogueado en la escena de Nueva York, habiendo colaborado con José James, Akoya Afrobeat o Badder (la banda de DJ Premier) y formado parte de escuderías discográficas con tanto pedigrí como Concord o Blue Note, el nipón vuelve a Piñata Music Series tras una racha de sensacionales trabajos: el bellísimo Fly Moon Die Soon (2020) que, en sus propias palabras, trata sobre “la paradoja entre la grandeza de la naturaleza y la bonita obscenidad del ser humano”, Midnight Crisp (2022), una fantástica amalgama de jazz, soul, funk, post-bop, fusión y hip hop, y Koo Voo (2023), disco en colaboración con Voo a.k.a. Marihito Ayabe (Chimp Beams, Loop Diary) con el que culminó un trabajo de más de once años, que también trasciende géneros.