Cuatro años después de Nuova Napoli, Nu Genea vuelve con Bar Mediterraneo, un nuevo álbum que proyecta los sonidos del dúo napolitano formado por Massimo Di Lena y Lucio Aquilina aún más lejos.
Bar Mediterráneo de Nu Genea es un lugar donde la gente se encuentra y se fusiona; un espacio imaginario que deja sus puertas abiertas a los viajeros y sus vidas, siempre expuestas a los caprichos del destino. Algunos de esto se puede experimentar a través de la multitud de sonidos que se juntan en las pistas, capas de diferentes instrumentos acústicos, voces y sintetizadores fusionándose en una mezcla musical única.
Abriéndonos a las voces de muchas personas diferentes, separadas por lenguas pero unidas por el mar y la música, la ciudad natal de Nu Genea, Napoli, se convierte en un verdadero lugar de encuentro. Se puede escuchar esto todo el tiempo. En Gelbi, una flauta Ney magníficamente profunda y propulsora se sumerge en las aguas turbias del dialecto tunecino melancólico cantado por Marzouk Mejiri. En Marechia, la felicidad desenfrenada y el sol rezuman de la delicada voz de Célia Kameni y crea un puente acrobático entre el francés y la lengua napolitana. En Straniero, tu alma se detiene desde el momento en que el lento encantamiento la mandolina enciende los patrones hipnóticos grabados por el legendario baterista de Afrobeat Tony Allen. En Bar Mediterráneo, la canción principal, los riffs de guitarra agridulces, las ondas analógicas y los coros son abrumadores. La canción que te da lo que te gustaría escuchar en un viaje en barco por la costa de Amalfi.
Nu Genea no podía permitirse el lujo de pasar por alto sus raíces firmemente ancladas en la cultura napolitana y su dialecto con Tienaté, donde el poder de la lengua napolitana (interpretado por Fabiana Martone) apoya esas cuerdas de cuarto de tono y el ritmo incesante de folk-disco que se extiende a toda la canción. En Praja Magia, los riffs de mandolina repetitivos lideran la canción, dando espacio a una voz coral pero apretada.
línea que habla de Varcaturo, un pueblo cercano a Nápoles. En Rire, una andanada de poética, engañosamente La furia relajada y lírica interpretada por el artista siciliano Marco Castello se combina íntimamente con una columna vertebral instrumental musical, de múltiples texturas y el desvanecimiento de una canción en su corazón. En La Crisis, la letra de un poema de Raffaele Viviani de 1930 se ha llevado a un ritmo relajado de jazz-funk en estilo NG completo. En Vesuvio Nu Genea rinde homenaje al evocador y poderoso volcán napolitano, reorganizando en actitud de pista de baile la canción homónima de la banda obrera E’ Zezi de Pomigliano D’Arco, combinando las voces de un coro de niños con arpegios de Júpiter-6 y audaces percusiones
Bar Mediterráneo es el lugar donde la gente regresa constantemente para transformar la curiosidad en participación, la tradición en compartir, lo desconocido en familiar. Cuando los viajeros atraviesan sus “puertas”, portando sus tesoros de palabras y emociones, ya no son extraños. Participan en una actividad compartida. Experiencia, enriqueciéndose a sí mismos y a los demás al conducirlos a viajes musicales inesperados.